Todas
las variedades de la llamada Flor comunal llegaron hasta el paseo
peatonal de la comuna para deleitar a cientos de personas. Agua de
colonia y té en base a la especie originaria de Asia, fueron parte
de la festividad.
Bulnes
se vistió de gala para rendir un nuevo homenaje a su flor insigne.
Se trata de la camelia, cuya preponderancia es tan grande que
sobreabunda en la comuna y la embellece entre los meses de mayo y
octubre.
Fue
toda una jornada la que dedicaron los bulnenses a la celebración de
esta especie originaria de China y Japón.
“Este
año ha sido una buena presentación, la gente está contenta. Sin
duda con nuestra fiesta de la Camelia estamos tomando el primer
impulso para llegar a la celebración de Fiestas Patrias. Como es
sabido, esta flor es típica de Bulnes y representa nuestra
identidad, todo lo lindo que tiene nuestra comuna y por lo que nos
sentimos tan orgullosos. Quiero aprovechar de invitar a todo el mundo
a conocer la camelia de Bulnes, tenemos mucha variedad y muy
abundante”, señaló el alcalde Ernesto Sánchez.
El
paseo peatonal bulnense fue el escenario de la gran fiesta que se ha
realizado por más de 30 años. Su colorido atrajo la presencia de
cientos de personas que aprovecharon para deleitarse con la belleza
de su flor comunal. Muchas de las más de 200 variedades de camelias
fueron expuestas al público y un estricto jurado que elegiría el
mejor ramo y la más grande y colorida.
FLOR
DE EMPRENDEDORES
Pero
uno de los mayores atractivos fue la innovación de Miriam Godoy,
quien aprovechó de mostrar su té y agua de colonia hechos a base de
la especie asiática. “Hace tiempo fabrico jabón y shampoo
artesanales, y un día viendo que tenemos tantas camelias en la
comuna, se me ocurrió hacer el agua de colonia. También me pasó
con el té, que investigando supe que tiene muchos beneficios. Aquí
en Bulnes se desconoce sobre los beneficios que trae el té de
camelia y es buena para enfermedades como el cáncer, la diabetes, la
hepatitis y muchas otras”, contó.
Tal
como Miriam existieron muchas personas en Bulnes que transformaron a
la camelia en su fuente de ingresos. Hace más de cuarenta años, la
flor era muy apetecida en el mercado nacional e internacional y los
precios permitían que familias completas vivieran holgadamente. Sin
embargo, con los años esto fue cambiando. Los grandes invernaderos
de la zona centro del país entraron en competencia y no dejaron
chance a los pequeños productores.
“Este
era un negocio muy productivo hace años atrás y pude criar a mis
hijos a todo dar. Trabajábamos de mayo a octubre y durante todo ese
tiempo manteníamos bien nuestras casas, los pude educar muy bien.
Las camelias eran muy apetecidas, vendíamos cerca de 20 mil que
transportábamos a Santiago. Yo llegué a vender camelias hasta por
40 pesos cada una. Pero ahora se perdió todo eso, la camelia no es
tan cotizada, la gente prefiere las flores de importación”,
explicó la productora Ruth Stuardo.
Alma
Plena, Reina del Valle, Víctor Manuel, Pastilla y Payasa; son
algunas de las variedades de la flor que abunda en Bulnes, cuyo
eslogan es precisamente “Ciudad de las Camelias”. La preservación
de esta especie es muy importante en la comuna. También buscan que
sea parte del Turismo y se pueda crear pronto una “Ruta de la
Camelia”, que atraiga público de todas partes del país a la
futura capital del Diguillín.